{gspeech autoplay=1 speechtimeout=0 hidespeaker=1}La dislipidemia{/gspeech}

Sinónimos: hiperlipidemia, hiperlipoproteinemia, hipercolesterolemia, colesterol alto.

Este es el término empleado para referirse a los trastornos en los cuales hay un aumento en la cantidad de lípidos del organismo.

A los lípidos se les conoce genéricamente como colesterol, el cual es una sustancia suave que circula en la sangre y se localiza en todos los tejidos del cuerpo.

Como no se puede disolver en sangre, debe de ser transportado a las células por proteínas especiales llamadas lipoproteínas. Se ha observado una predisposición familiar a padecer dislipidemia.

Al colesterol, se le estudian varios componentes, los cuales son plenamente identificados en una prueba llamada Perfil de Lípidos:
* Lipoproteínas de alta densidad "colesterol bueno" o por sus siglas en inglés HDL (núcleo de colesterol)
* Lipoproteínas de baja densidad "colesterol malo" LDL (su núcleo está compuesto de colesterol)
* Lipoproteínas de muy baja densidad VLDL (núcleo de Triglicéridos)
* Quilomicrones (tiene un núcleo central compuesto principalmente de Triglicéridos)

La cantidad de éstos nos dará un parámetro conocido como índice de riesgo coronario el cual pondrá de manifiesto las posibilidades que tenemos de sufrir una enfermedad cardiaca si continuamos manejando esas cifras de colesterol total, en las hojas de los análisis, se proveen siempre los valores normales de cada prueba, ya que estos suelen variar un poco de acuerdo a la técnica que sea empleada para su obtención.

Las denominaciones de colesterol bueno y malo hacen referencia a el factor protector que tiene el HDL para el organismo ayudando a disminuir la cantidad de LDL circulante, al retirarlo de la circulación sanguínea y llevarlo al hígado, de esta manera confiere cierta protección al organismo contra la enfermedad cardiovascular isquémica (infarto, angina de pecho).

El HDL es también conocido como colesterol endógeno ya que es producido por el organismo y su cantidad está directamente relacionada a la protección o susceptibilidad en contra de infarto de miocardio. Alto nivel, protege, bajo nivel aumenta el riesgo.

Por otra parte, el LDL o "colesterol malo" es el que transporta a la mayoría de los lípidos en la sangre, si circula en exceso, puede acumularse lentamente en las paredes de los vasos sanguíneos que alimentan al corazón y al cerebro, favoreciendo la posibilidad de un ataque isquémico a éstos órganos. Es llamado exógeno porque su fuente es la alimentación del individuo. Siempre que está aumentado es que el individuo está ingiriendo una mayor cantidad de lípidos (grasa) dietética de la que debería o de la que su organismo es capaz de metabolizar.

¿De dónde viene el colesterol?

Sus dos fuentes principales son el hígado y la dieta. Como el organismo produce diariamente en el hígado aproximadamente 1 gramo de colesterol al día (necesidad básica), ya no necesita consumir más, pero debido a nuestra dieta, terminamos consumiendo en promedio 270 miligramos diarios, lo que sumado a los mil miligramos diarios que produce el organismo, se puede convertir en un reto metabólico para el cuerpo.

La fuente más importante de colesterol son todos los productos animales:
* Yema del huevo
* Carne de puerco, res, pollo, pescado, mariscos en cualquier presentación o preparación (secos, encurtidos, embutidos, asados, fritos, al vapor etc.)
* Leche entera y todos sus derivados: yogurt, crema, mantequilla, quesos (sobretodo los añejos como el gouda, manchego, chihuahua, oaxaca, blue cheese, etc.

Es muy importante hacer notar que debemos siempre de buscar las fuentes ocultas de colesterol de la dieta, ya que muchos productos están hechos a base de huevo o aceite, por ejemplo la mayonesa y en general los aderezos para ensaladas.

Siempre que hay un problema de colesterol elevado, se les recomienda ejercicio a los pacientes y la razón por la cual se hace esta recomendación, es porque está plenamente demostrado que el ejercicio aumenta los niveles de HDL "colesterol bueno", además da ayudar en el control de la obesidad, hipertensión, y diabetes.

Pero, ¿qué tipo de ejercicio es el más recomendable? El ejercicio aeróbico. Es decir, el que provoque en usted una respiración algo agitada. Es el ejercicio regular el que da los beneficios ya mencionados, ya que si su ejercicio no es constante, no será de real utilidad ni beneficio para su organismo.

Otra de las recomendaciones hechas a los pacientes que padecen de colesterol elevado es el dejar de fumar, desafortunadamente es una de las recomendaciones menos atendidas por lo pacientes y quizás sea porque los médicos hemos fallado tradicionalmente en explicarles el porqué.

El tabaco ya sea en forma de cigarro o pipa, tiene la capacidad de disminuir las cifras de HDL, lo cual incrementa el riesgo de infarto de miocardio. Entre otras cosas, el tabaco es uno de los 6 factores más importantes de riesgo para enfermedades cardiacas.

Una última recomendación es el ingerir bebidas alcohólicas. Sí... ! en efecto, ingerir bebidas alcohólicas pero con moderación. Está demostrado que ingerir una o dos bebidas alcohólicas diariamente, incrementa los niveles de HDL en el organismo, disminuyendo con esto las posibilidades de enfermedad cardiaca.

Una ingesta mayor, está relacionada con otros padecimientos como lo son el alcoholismo, hipertensión, obesidad, cáncer, suicidio, accidentes automovilísticos etc. La Asociación Americana del Corazón o por sus siglas en Inglés AHA, es renuente a recomendar abiertamente a la población la ingesta de alcohol debido a que no hay aún información que de manera certera relacione al alcohol con una menor incidencia de formación de placas de ateroma.

A CONTINUACIÓN RESUMIRÉ LAS INDICACIONES PARA QUIENES PADECEN DE NIVELES ALTOS DE COLESTEROL:

* Disminuir la ingesta de todo tipo de productos animales, incluyendo leche y derivados, además de huevo (refiérase a la sección de Nutrición y Salud para mayor información).
* Hacer ejercicio aeróbico con regularidad lo mínimo aconsejable son 30 minutos 4 veces por semana.
* Dejar de fumar (en caso de que aplique).
* Tomar el medicamento que le haya prescrito su médico.

Nunca es tarde para empezar a cuidarse. Algunos lo hacen luego de haber tenido la suerte de sobrevivir a un infarto, otros… simplemente no tuvieron esa oportunidad.