Alimentación e Inmunidad
Alimentación e Inmunidad
Es conocido desde hace siglos que mantenerse bien hidratado y consumir frecuentemente frutas y verduras mejora la resistencia del organismo a las infecciones.
Si bien una alimentación balanceada es la clave, hay algunos alimentos que tienen propiedades que los hacen especialmente adecuados para reforzar el funcionamiento inmunológico.
EL YOGURT
Los prebióticos que contiene, mantienen al intestino libre de bacterias causantes de enfermedades.
Lo ideal es consumir estos bacilos en su forma natural y de acuerdo a un estudio de la Universidad de Viena, comer una cantidad de 200 ml de yogurt, es tan efectivo para el sistema inmune como una dosis de cualquiera de los preparados comerciales para este propósito.
En un estudio Sueco de 80 días de duración en el cual se alimentó a 181 obreros, aquellos que tomaron el suplemento con Lactobacillus reuteri – un prebiótico que parece estimular a los glóbulos blancos – tomaron un 33% menos días de incapacidad comparativamente con quienes tomaron un placebo. La cantidad que se recomienda consumir es 2 raciones de 200 ml cada una, pero “ojo”…. cuidado con las grasas y azúcares que contiene.
PAPITA DE GALEANA, FRUTAS Y VERDURAS COLOR NARANJA
La piel es el mas grande órgano de defensa que tenemos, es la primera línea de defensa contra las infecciones. Una piel intacta evitará que ingrese al organismo cualquier agente infeccioso, sin embargo, la piel cuenta con orificios naturales (nariz, boca, ojos, uretra, ano) que son frecuentes sitios de entrada de organismos infecciosos.
Para que la piel se conserve intacta, requiere de vitamina A que forma parte importante en la producción de tejido conectivo (uno de sus componentes esenciales)
La mejor manera de incrementar la cantidad de vitamina A de nuestra alimentación, es ingiriendo productos que contengan beta carotenos que el organismo convierte en vitamina A.
TÉ
De Acuerdo a inmunólogos de la escuela de Medicina de la Universidad de Harvard las personas que ingirieron durante 2 semanas consecutivas 5 tazas de te negro o verde, lograron que las células T de su sistema inmune, produjeran una mayor cantidad de interferón, comparativamente a las células T de quienes no lo consumieron.
El interferón, aparte de mejorar la efectividad del sistema inmune, tiene la capacidad de disminuir la rapidez con la cual se reproducen las células cancerígenas.
Es importante recalcar que ambos tipos de té, contienen cafeína y si padece de trastornos del sueño, de ansiedad, nerviosismo, sudoración excesiva, éstos podrán acentuarse.
CALDO DE POLLO
Investigadores de la Universidad de Nebraska determinaron que su consumo bloquea la migración de los glóbulos blancos inflamatorios – un hallazgo importante, ya que los síntomas del catarro común son provocados por la acumulación de éstas células en las paredes bronquiales.
El compuesto químico responsable de este benedicio se llama cisterna y es un amino ácido que se libera durante la cocción del pollo y químicamente hablando es semejante a la medicina para la bronquitis que se llama acetil cisteína, lo cual puede explicar su efecto benéfico.
Es importante aclarar que el caldo de pollo al que hacemos referencia, es aquel que es preparado con el pollo completo, ya que es la cocción de las visceras del pollo -corazón- las que contienen este aminoácido.
CARNE DE RES
Los vegetarianos o quienes consumen poca carne de res, frecuentemente tienen deficiencia de zinc, un mineral cuya acción principal es inmuno estimulante ya que participa en el desarrollo de los glóbulos blancos que son las células que deben de reconocer y destruir a los agentes infecciosos.
100 gramos de carne magra (mas o menos lo que se usa para hacer un sándwich) proveen 30% de las necesidades básicas diarias de zinc. Otras fuentes del mineral son los lácteos, los cereales fortificados, los ostiones, el puerco y las aves.
LOS HONGOS
Utilizados milenariamente por su capacidad inmuno estimulante, los hongos provocan una reacción mas violenta y agresiva de los glóbulos blancos lo cual es muy benéfico cuando ha de combatirse alguna infección.
Aún sobre cocidos, no perderán su capacidad inmuno moduladora.
PESCADOS y MARISCOS
Son ricos en selenio mismo que mejora la producción celular de unas proteínas llamadas citocinas (citokinas) De acuerdo a algunos estudios científicos, éstas ayudan al organismo a eliminar del organismo los virus influenza.
Los productos que contienen aceites Omega 3 como los del salmón, incrementan la cantidad de células T y citocinas de interferón gamma, todas estas con capacidad inmuno-estimulante.
AJO
Contiene como sustancia activa, la allicina que asiste en el combate de infecciones principalmente bacterianas.
De acuerdo a diversos estudios científicos, principalmente Británicos, quienes ingieren ajo frecuentemente (más de seis dientes por semana) tienen menores posibilidades de sufrir gripes comparativamente que quienes no lo toman, así como un 30% menos posibilidades de desarrollar cáncer de colon y recto y 50% menores de desarrollar cáncer de estómago.
AVENA Y CEBADA
Estos granos contienen beta-glucano, un tipo de fibra con acción anti bacterial y anti oxidante. En los seres humanos aparentemente estimula el proceso de cicatrización así como el sistema inmunológico. Se recomienda al menos una ración de ellos al día.
No hay que olvidar que este artículo, simplemente nos muestra las bondades de los diferentes grupos de alimentos.
Más que obsesionarnos por el consumo de uno de éstos en particular, lo ideal es tener siempre una alimentación sana y balanceada que nos aporte todos los nutrientes esenciales. Eso es lo que realmente mantendrá nuestra salud en un nivel óptimo.