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Falta de apetito

Salud Infantil

Inapetencia o Falta de Apetito

Tambien conocido como inapetencia.El apetito es el deseo de comer. Su disminución se da cuando uno tiene menos deseo de consumir alimento, lo cual ocurre a pesar de las necesidades calóricas (energía) básicas del cuerpo.

Cuando los niños no comen

La anorexia infantil es un motivo muy frecuente de consulta al pediatra, fuente de graves conflictos familiares y causa de hondas preocupaciones. Para muchos padres, el término anorexia les parecerá de extrema gravedad, probablemente por asociación con la anorexia nerviosa del adolescente, un cuadro clínico radicalmente distinto que aparece en otro momento de la vida (cercano a la pubertad) y con importantes implicaciones psiquiátricas y somáticas. En realidad anorexia, es la palabra con la se designa técnicamente la falta de apetito. Simple y llanamente.

En la infancia la inapetencia puede responder a enfermedades orgánicas, ya sean agudas (como el caso de un catarro o unas anginas), o crónicas (como la que acompaña a las enfermedades digestivas); pero también puede haber anorexias de causa psicógena, con formas simples y transitorias como las que aparecen tras el destete, el nacimiento de un nuevo hermanito, la entrada al circulo infantil o la interrupción del contacto con la madre, y formas más complejas como la denominada anorexia esencial de la infancia que puede llegar a afectar a uno de cada 3 niños menores de 8 años.

De hecho, una circunstancia puntual como la interrupción de la lactancia materna puede ser el percutor o precipitante que desencadene una anorexia infantil crónica.

Se puede decir que un niño sufre este tipo de anorexia esencial cuando existe dificultad persistente para comer adecuadamente (esto es, con incapacidad significativa para aumentar de peso). Se considera que el trastorno es persistente cuando se encuentran sistemáticamente todos los días durante al menos un mes y siempre que no exista una enfermedad orgánica, un trastorno mental importante o una falta de disponibilidad de alimento que lo justifiquen. El problema suele aparecer antes de los 6 años, aunque puede prolongarse durante más tiempo.

Cuando se analiza las causas del estancamiento de peso vinculadas a falta de apetito, se encuentra que sólo el 20 al 35 % de los niños que no consiguen ganar peso tienen un problema orgánico tangible y más del 50 % tienen dificultades en el entorno familiar, social o psicológico. El resto, son casos en los que no se llega a averiguar la causa nunca, aunque habitualmente mejoran de una forma espontánea e impredecible tras un período más o menos prolongado de tiempo.