La fiebre
La fiebre
De acuerdo con las observaciones de Wunderlich, hace ya más de 120 años, la temperatura "normal" del individuo, es de 37°C. Este valor de temperatura tiene variables de acuerdo a la hora del día ( ciclo circadiano ) y también de acuerdo al sitio en el cual es tomada (oral, axilar, rectal, ótica).
La fiebre es una elevación de la temperatura corporal, por arriba de esta cifra de 37°C. Esta elevación es causada por un cambio en el centro termorregulador ( CTR ) del organismo, localizado en el hipotálamo anterior (cerebro). Este CTR, debe mantener el balance a pesar de las condiciones meteorológicas, entre el calor generado por el organismo y la disipación del mismo.
Es importante recalcar esto, porque en ocasiones confundimos la fiebre, con la hipertermia, o peor aún, los utilizamos como sinónimos.
En la fiebre el punto de regulacion fija de la temperatura corporal, se eleva, mientras que en la hipertermia, hay una elevación de la temperatura corporal, debido a una disipación insuficiente de calor, por ejemplo el asociado a ejercicio, medicamentos que inhiben la transpiración o una temperatura ambiente muy elevada.
De acuerdo al ciclo circadiano, los médicos coincidimos en que el pico más bajo de temperatura se observa en la mañana y el más alto, se observa por la noche, variando solamente 0.5°C en promedio, sobre esa temperatura normal de 37°C. Estas variaciones circadianas se mantienen durante la fiebre, más no, en la hipertermia. Otra variación fisiológica ocurre en las mujeres fértiles, en las cuales la temperatura matutina se mantiene más baja de lo normal las 2 semanas previas a la ovulación, aumentando 0.6°C el día de la misma y manteniéndose igual hasta que aparece la menstruación. Otras variaciones fisiológicas de la temperatura las ofrecen, la edad, algunas alteraciones endócrinas (como el hipertiroidismo), el embarazo y el estado post-prandial (después de ingerir alimentos).
La fiebre es causada por substancias llamadas pirógenos. Estos pirógenos pueden tener dos orígenes posibles: PIRÓGENOS EXÓGENOS: vienen de fuera de nuestro organismo, y en su mayoría son microorganismos, sus toxinas o sus productos. PIRÓGENOS ENDÓGENOS: producidos en el interior de nuestro organismo como respuesta a la infección o la inflamación.
Como el organismo genera una temperatura mayor a la necesaria, el balance adecuado de temperatura se conseguirá por mecanismos de pérdida de calor. Esto es muy importante de considerar, porque se convierte en la base por la cual los médicos solicitamos a los pacientes usar ropa fresca y emplear medios físicos como el agua para ayudar al organismo a perder calor. No hacerlo contribuirá a mantener una baja pérdida de calor y por lo tanto una temperatura corporal elevada.
¿ Cómo se genera la fiebre?
Al haber pirógenos circulando en la sangre, estos llegarán al CTR y estimularán la liberación de metabolitos del ácido araquidónico, principalmente Prostaglandina E 2 (PGE 2), la cual elevará el punto base del CTR. Si el centro termorregulador, tenía como base 37°C ( lo "normal" ), puede fijarle un nuevo punto base en 38°C o mayor.
Con este nuevo punto basal de temperatura, el cerebro le hará sentir frío a la persona, por lo cual buscará el abrigo, y un sitio caliente, mientras que al mismo tiempo, en su cuerpo se producirá una vaso-constricción que retendrá aún más calor. Esto suele aumentar la temperatura en 2 o 3 °C. Si esos dos o tres grados centígrados de temperatura son suficientes para igualar al nuevo punto basal de temperatura ahí terminará la reacción y se estabilizara la respuesta febril. pero si el nuevo punto basal de temperatura se fija a un nivel superior, el CTR, le demandará al organismo aún más calor, lo que disparará escalofríos (contracciones musculares involuntarias) para aumentar aún más la temperatura del cuerpo, hasta que la temperatura de la sangre que irriga al CTR, se iguale a la del punto basal en que fue fijada. En este punto, el hipotálamo mantiene la nueva temperatura febril.
¿ Es la fiebre, buena o mala ?
Depende de la causa de la misma. En la mayoría de los casos, la fiebre aumenta las posibilidades de supervivencia debido a que la fiebre limita el crecimiento y la virulencia (capacidad de causar daño) de muchas especies bacterianas. Las temperaturas en el rango febril aumentan la capacidad fagocítica (destructiva) y antibacterial del sistema inmune, por lo tanto, aumenta la capacidad de defensa en contra de las infecciones. Sin embargo, pueden presentarse muchos problemas junto con la fiebre, por ejemplo: Por cada grado centígrado que aumenta la temperatura corporal, el consumo de oxígeno se incrementa en un 13% causando una taquipnea compensatoria (aumento en la frecuencia respiratoria). Además aumenta el consumo calórico y de líquidos. Uno de los síntomas que con mayor frecuencia acompañan a la fiebre es la falta de apetito, ya que al haber una frecuencia respiratoria aumentada, también se deglute aire, que da una sensación de plenitud a los pacientes. La fiebre reduce la agudeza mental y puede causar estupor y delirio. Esto sin mencionar todavía los dolores musculares (mialgias) y articulares (artralgias) que dan la sensación de cuerpo cortado, la somnolencia, y fatiga.
Las crisis febriles (convulsiones) típicamente se presentan en los niños menores de 5 años de edad, cuando sufren temperaturas por encima de los 40°C, o con temperaturas menores, si tienen antecedentes convulsivos previos.
Los patrones característicos que la fiebre puede seguir en el curso de una enfermedad, son bastante difíciles de identificar hoy en día debido a los medicamentos antipiréticos (anti-febriles) tan comúnmente auto-recetados. Sin embargo vamos a mencionar algunos de estos tipos característicos:
1.-Fiebre continua. Elevación de temperatura persistente con mínima variación.
2.-Fiebre intermitente. Ocurre una exageración del ritmo circadiano normal, o sea que tiende a aumentar por las noches y normalizarse durante el día.
3.-Fiebre remitente. Cuando la temperatura del cuerpo cae durante el día pero no a niveles normales, esto ocurre frecuentemente en las infecciones virales o en la tuberculosis.
4.-Fiebre recidivante. Los episodios febriles son separados por intervalos de temperatura normal que pueden durar días. Cuando los picos febriles se presentan cada tercer día, se le llama fiebre terciana, como ocurre por ejemplo en la Malaria.
El examinar frecuentemente al paciente, tomando especial importancia de los signos vitales, nos ayudará a determinar el origen de la fiebre y por lo tanto a tomar una decisión respecto a si debemos permitirla, o interrumpirla con medicamentos.
No deje de consultar a su médico cada vez que llegue a detectar que la temperatura en reposo de su familia llegue o exceda de los 37.5°C. El sabrá que recomendarle. Es importante sugerirle que evite la auto-medicación, ya que el administrar medicamentos no recetados puede llevar a una mayor frecuencia de complicaciones. Por ejemplo, si le damos a alguien una tableta de Acido Acetilsalicílico, para ayudarle a contrarrestar las molestias de una gripe (catarro común), le estamos incrementando las posibilidades de que padezca la mortal y temible complicación que es el Síndrome de Reye.