El niño enfermizo
El niño enfermizo
Frecuentemente recibo en la consulta padres de familia que vienen desesperados porque su hijo, mal termina un tratamientomédico y tiene que estar comenzando uno nuevo. Preocupados por el daño que la medicación prolongada puede provocar a la salud de su hijo, preocupados porque saben que no es normal que se enferme tan frecuentemente.
Sabemos que todos los niños, nacen con un sistema inmune que está inmaduro, que éste, irá madurando conforme el niño crezca, y que aproximadamente a los 7 años de edad, se completará ese proceso de maduración mejorando importantemente la salud del niño.
Pero... cuando el niño es aún muy pequeño --y esperar simplemente no es una opción-- y su salud está siendo afectada de manera frecuente y prolongada; cuando cada vez se requiere de medicamentos mas potentes o por períodos de tiempo mas prolongados, es cuando debemos dejar de concentrar el esfuerzo terapéutico en el agente infeccioso, y enfocarlo mas bien en la efectividad del sistema inmunológico --reforzarle las defensas--.
La Homeopatía cuenta en su arsenal, con muchos medicamentos que tienen esta especial capacidad y ya sea como tratamiento alternativo o como tratamiento complementario, ayudará a mejorar importantemente la salud de su hijo.
Conforme la función inmunológica va mejorando, podremos apreciar varias cosas:
- El paciente que toma Homeopatía, tolera mejor los factores que antes provocaban sus enfermedades
- Cuando enferma, es considerablemente mas leve que previo a tratamiento
- Cada vez logra pasar períodos de tiempo mas largos, con una buena salud
A continuación me permito describirle un trastorno del sistema inmune que es relativamente común en nuestro medio:
LA INMUNODEFICIENCIA SELECTIVA DE IgA
La característica de todas las inmunodeficiencias es la susceptibilidad aumentada a la infección, pero éstas pueden causar otro tipo de problemas también.
Antes de empezar a hablar de la clasificación de las inmunodefieicncias, iniciaré con la descripción de la Inmunodeficiencia Selectiva de inmunoglobulina A (IgA) por ser ésta la más frecuente de todas. La frecuencia con la cual aparece la inmunodeficiencia selectiva de IgA varía de 1 en 500 a 1 en 700 según el autor a quien se consulte, aunque también hay variaciones étnicas y raciales.
Se define como la ausencia total o la deficiencia parcial de IgA. Los niveles de esta inmunoglobulina en sangre en quienes padecen esta enfermedad, usualmente no son mayores a 7 mg/dl en contraste con las cifras normales que tienen un rango entre 90 y 450 mg/dl. La razón por la cual estos individuos son deficientes en IgA, es porque sus Linfocitos B, que normalmente se encargan de producirla, son incapaces de madurar en células plasmáticas que a su vez son productoras de esta inmunoglobulina.
Este desorden se clasifica como selectivo, ya que el resto de las Inmunoglobulinas (IgE, IgG e IgM) se encuentran en cifras perfectamente normales y adicionalmente a esto, los que padecen de este padecimiento tienen una adecuada cantidad de Linfocitos T, de células fagocíticas y una función del sistema del complemento.
La IgA tiene la función específica de proteger las superficies mucosas del organismo (ojos, garganta, boca, pulmones y los tractos genitourinario y gastrointestinal, en contra de las infecciones. Aunque esta inmunoglobulina es asistida en esta función por otras más, su ausencia o deficiencia severa se asocia con una susceptibilidad aumentada a padecer infecciones recurrentes, alergias, diarrea crónica o enfermedades auto-inmunes, en estos sitios.
En las enfermedades auto-inmunes, el sistema inmunológico falla en reconocer a las células del organismo como propias, y las ataca. Aún no ha podido ser detectada la causa específica de esta Inmunodeficiencia Selectiva de IgA. En algunas ocasiones hay una clara tendencia familiar, lo que hace sospechar de un mecanismo hereditario, pero éste, aún no ha podido ser comprobado.
Hay casos en que se asocia a diversas enfermedades como la infección intrauterina por el virus del sarampión, la toxoplasmosis, o el citomegalovirus. También puede ser causada por medicamentos como la fenitoína/hidantiína Dilantin ® o la penicilamina, en cuyo caso, el padecimiento cederá por completo a los pocos días de suspender el medicamento.
El curso de la enfermedad puede variar tanto como presentarse en personas completamente asintomáticas, hasta con infecciones significativamente severas y hasta ahora no hay una explicación satisfactoria al respecto. De las personas que van a tener la presentación de infecciones frecuentes y recurrentes, la afección más común, son las otitis, sinusitis o las neumonías.
Para los pacientes que manifiestan la inmunodeficiencia con alergia, ésta variará en la intensidad sintomática pero habrá una menor respuesta terapéutica. No hay en la terapéutica alopática ningún tratamiento para la Inmunodeficiencia Selectiva de IgA y el tratamiento habitualmente se dirige al combate de la enfermedad asociada a ésta.
Habitualmente no se utiliza la Gammaglobulina como parte del tratamiento para la deficiencia de IgA a menos que venga acompañada de una deficiencia de una subclase de IgG que es la IgG2. Esto debido a que las preparaciones comerciales de gammaglobulina no contienen mucha IgA y aún si las hubiera ricas en IgA, no serían eficaces en el tratamiento de esta deficiencia ya que la IgA cuando ha sido administrada por infusión, no llega a las membranas mucosas en donde la proteína es necesaria.
Los medicamentos homeopáticos son utilizados para tratar a este padecimiento y en general durante el tratamiento los pacientes reducen significativamente la recurrencia infecciosa y la administración de antibióticos pero desgraciadamente no se cuenta mas que con largos anecdotarios de pacientes, en vez de estudios que de manera fehaciente demuestren la efectividad de la Homeopatía en el tratamiento de esta deficiencia.
Por el bien de los niños en quienes primero se diagnostica, y de los adultos que la padecen, se deben de realizar mayores estudios. El pronóstico de esta deficiencia de IgA es muy variable y depende del grado de afección de cada paciente. La mayoría logra vivir toda su vida sin problemas. No hay ninguna manera de prevenirla y debido a que no se hace aparente sino hasta los 6 meses de edad, no es posible su detección intrauterina.
LAS INMUNODEFICIENCIAS PRIMARIAS
Las enfermedades de inmunodeficiencia primarias son aquellas en las que ocurren por un defecto intrínseco en las células que componen al sistema inmunológico (defensas del organismo), generalmente por problemas relacionados a la herencia. En contraste con las inmunodeficiencias secundarias como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida SIDA causada por una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana VIH.
CLASIFICACIÓN
Se lleva acabo de acuerdo a que parte del sistema inmune es la afectada:
1. Deficiencias de anticuerpos
2. Deficiencias combinadas
3. Deficiencias del sistema del complemento
4. Deficiencia de células fagocíticas
1. Los anticuerpos son proteínas fabricadas por los glóbulos blancos (leucocitos) de la sangre que se llaman Linfocitos B y también por las células plasmáticas. La función de éstos es la de reconocer y marcar a los microorganismos capaces de causar infección, de tal manera que puedan ser atacados por otras partes del sistema inmune y así ser eliminados.
Ejemplo: Agammaglobulinemia de Bruton la cual ocurre debido a herencia ligada al sexo y que se manifiesta dentro de los primeros 3 años de vida con una gran tendencia a desarrollar infecciones purulentas de los senos paranasales (sinusitis), oídos (otitis), pulmones, huesos etc.
2. Los linfocitos T son glóbulos blancos que desempeñan un papel crítico en el adecuado funcionamiento del sistema inmune. Los linfocitos T se especializan ya sea en asesinos (que destruirán células infectadas) o cooperadores (que se comunicarán con otras células del sistema inmune para que ordenen a los linfocitos B la producción de anticuerpos específicos para aniquilar al microorganismo infeccioso.
Las personas que tienen alguna deficiencia de linfocitos T asesinos o cooperadores que combatan de manera adecuada a los agentes infecciosos, desarrollarán infecciones muy severas. La más común de estas inmunodeficiencias combinadas es la Inmunodeficiencia combinada severa la cual también se hereda ligada al sexo ( a través del cromosoma femenino X ). En esta enfermedad y debido a haber heredado un gen deficiente para la producción y desarrollo adecuado de Linfocitos T, éstos no se producen de manera adecuada.
Los pacientes habitualmente son diagnosticados dentro del primer año de vida debido a las frecuentes y severas infecciones que padecen y las cuales son causadas por microorganismos que no son capaces de enfermar a las personas que no tienen inmunodeficiencias (microorganismos oportunistas).
3. El sistema del complemento consiste en un grupo de proteínas (inmunoglobulinas) que se unen a los agentes invasores extraños (virus y/o bacterias) cubiertos por anticuerpos. Estas proteínas (IgA, IgE, IgG, IgM) trabajan juntas para inactivar y aniquilar a los patógenos invasores. Las personas deficientes en una u otra de estas proteínas, tienen una menor habilidad para aniquilar a los agentes invasores, lo cual resulta en una susceptibilidad aumentada a las infecciones.
Tales personas también pudieran desarrollar anticuerpos que no tengan capacidad para identificar de manera adecuada a los agentes invasores y por lo tanto ataquen a las células del propio organismo, dando por resultado enfermedades autoinmunes en el organismo.
4. Los fagocitos incluyen a los glóbulos blancos llamados neutrófilos y macrófagos que engloban y matan a los agentes invasores cubiertos por anticuerpos. Los fagocitos pueden ser defectuosos ya sea en su capacidad para matar patógenos o en su habilidad para transportarse al sitio de la infección.
La forma más severa de deficiencia celular fagocítica es la Enfermedad granulomatosa crónica en la cual hay deficiencias hereditarias de las moléculas indispensables para que los neutrófilos (primera línea de defensa del cuerpo humano) maten a ciertos microorganismos infecciosos. Estas enfermedades usualmente aparecen en la niñez temprana, pero pueden aparecer tan tarde como en la adolescencia. Los pacientes con esta enfermedad, desarrollan múltiples, frecuentes y severas infecciones que se caracterizan por la presencia de colecciones localizadas de tejido inflamado en huesos, piel, pulmones etc. llamadas granulomas.
¿CÓMO PUEDO SABER SI MI HIJO TIENE O NO, UNA INMUNODEFICIENCIA?
Señales de alarma incluyen a lo siguiente:
- Ocho o más infecciones de oído por año.
- Dos o más infecciones sinusíticas ( de los senos paranasales) serias al año.
- Dos o más meses de tratamiento con antibióticos con pocos resultados.
- Dos o más neumonías al año.
- Incapacidad del infante para ganar peso o crecer normalmente.
- Abscesos cutáneos u orgánicos recurrentes.
- Necesidad de utilizar antibióticos intravenosos para eliminar las infecciones.
- Dos o más infecciones profundamente sentadas en el organismo, tales como celulitis, meningitis, o sepsis.
- Una historia familiar de inmunodeficiencia primaria.
Tome en cuenta estas señales de alarma, ya que así podrá facilitarle al médico la detección de alguno de estos padecimientos que hemos mencionado.
Ésta es tan sólo una de las muchas razones por las cuales no es aconsejable estar cambiando de médico de manera frecuente, ya que no se podrá llevar un historial y un seguimiento adecuado de la salud de los suyos.
En muchas ocasiones, el paciente "enfermizo" no tiene más que una deficiencia aislada de alguna de las inmunoglobulinas como la IgA, IgG, IgM y el resto del sistema inmune funciona de manera adecuada.
Cuando sucede esto, si bien también habrá una mayor predisposición a adquirir infecciones, éstas habitualmente no serán de riesgo para la vida y lo que harán será disminuir la calidad de vida de los niños ya que éstos serán demasiado susceptibles a los cambios bruscos de temperatura tanto ambiente (cambios de estación) como corporal (nadar en ríos o albercas).
Aquí es donde el enfoque debe de hacerse hacia tratar a estos pequeños pero relevantes trastornos del funcionamiento del sistema inmune, para tratar de evitar el caer en el ciclo de la antibiótico terapia a altas dosis, prolongada, frecuente o continua.
Recordemos que entre el 60 y 80% de las infecciones de vías respiratorias altas (faringe, laringe, nariz, y oídos) son estadísticamente causadas por los virus.
Una adecuada valoración por parte de su médico, permitirá seleccionar de manera cuidadosa a las infecciones que en definitiva deberán ser siempre tratadas con antibióticos, de las que podrán ser tratadas sin ellos, utilizando únicamente a la homeopatía.
Recuerde que los medicamentos homeopáticos si tienen capacidad de estimular al sistema inmune, particularmente para que mejore su capacidad defensiva anti-viral.
Esperamos que esta información haya sido clara y que le ayude a cuidar mejor su salud y la de los suyos.
Siéntanse en plena libertad de re-enviar parcial o totalmente esta información sin necesidad de solicitarme permiso para hacerlo, pues de esta manera me esta ayudando a cumplir con mi vocación y profesión. Solo le suplico que de crédito a su autor por la misma. Gracias.