La apnea del sueño

Si usted ronca, es probable que no deje dormir a los demás, especialmente a su compañero (a) de cama. Aún sin darse cuenta, usted puede estar dejando de respirar brevemente o hacerlo muy superficialmente durante el sueño.

Los efectos de la apnea del sueño son:

• Aturdimiento al despertar (modorro, cansado, adormilado)
• Mala concentración
• Mayor posibilidad de sufrir accidentes

Muchas estudios han relacionado a ala apnea del sueño con problemas cardiovasculares como la alta presión arterial, el accidente cerebro vascular hemorrágico y arritmias cardiacas. Las respiración irregular, como aquella que ocurre durante la apnea del sueño, disminuye los niveles de oxigeno de la sangre y esto puede desencadenar cambios hormonales como aquellos que ocurren durante la reacción de “pelear o huir” sobrecargando la función cardiaca.

La apnea del sueño puede ser de dos tipos, central u obstructiva.

La apnea central ocurre cuando la parte el cerebro que controla la respiración “olvida” enviar las señales al diafragma y a los músculos del tórax. Este tipo de apnea ocurre sin la presencia de ronquido y si bien es poco común, se hace mas frecuente con la edad.

El tipo mas común de apnea, es aquel que ocurre cuando los tejidos blandos de la nariz y garganta – cornetes, adenoides, lengua, amígdalas, paladar blando y campanilla – bloquean parcialmente el flujo del aire. Esta apnea obstructiva ocurre más frecuentemente como consecuencia del sobrepeso y la obesidad ya que la grasa excesiva en la región del cuello, puede comprimir a la vía aérea.

No toda persona que ronca tiene apnea del sueño, pero el ronquido generalmente es una buena clave para sospecharla. Un diagnóstico es sencillo, ya que basta con atender a los comentarios de los padres del niño o a la pareja del paciente que nos comentará al respecto, para poderlo diagnosticar.

Un diagnóstico mas preciso y que evaluará diversos patrones que serán clave para un mejor tratamiento, solo se puede hacer luego de una estadía nocturna en una clínica del sueño, para que éste, sea monitoreado por medio de una serie de aparatos que vigilarán las condiciones del sueño, respiración, cerebro y corazón.

Perder peso, evitar la ingesta de bebidas alcohólicas antes de dormir, controlar las alergias, cambiar de posición al dormir, usar una guarda dental semejante a las que usan los deportistas, pueden disminuir o incluso eliminar la apnea.

Si estas medidas no son suficientes, es probable que se tenga que recurrir a procedimientos como la aplicación de radiofrecuencia en paladar, cauterización de cornetes, remover parte del paladar blando y la campanilla –palato-uvulo-plastía – retirar amígdalas y/o adenoides.

El principal tratamiento para los casos de apnea obstructiva que no han respondido a los demás tratamientos y/o procedimientos es el uso de un aparato de “Presión positiva de la vía aérea” mejor conocido por sus siglas en Inglés CPAP (se pronuncia si-pap)

La terapia usando el CPAP incluye la utilización de una máscara facial o nasal, también de un soporte de mandíbula si la persona tiene la tendencia a abrir la boca al respirar. La mascarilla estará conectada a un aparato que insuflará aire a una presión suficiente para “empujar” el tejido blando obstructivo, y despejar así la vía aérea.

La terapia con CPAP se usa desde principios de los 90 para la apnea obstructiva del sueño y es
extremadamente efectiva se si hace adecuadamente y con constancia, mejora dramáticamente la calidad del sueño; la desventaja es que requiere de un proceso de adaptación que puede resultar difícil e incómodo –estarán de acuerdo que dormir con una máscara, tubos, etc. resultará molesto por decir lo menos—pero los beneficios superan con mucho a los malestares.

Usualmente el uso de CPAP y de pastillas para dormir, no se recomienda, ya que éstas, le relajarán demasiado provocando una mayor obstrucción.