Infecciones de todo tipo, frecuentes, repetitivas
Suele tener la cabeza y cara calientes y los pies fríos
Infecciones crónicas, particularmente de la piel
Comezón intensa en la piel que no se alivia con el rascado, por lo que continúa rascándose hasta sangrar
Tiene sensaciones quemantes en todas las partes afectadas del cuerpo
Se siente sofocado cuando esta enfermo por lo que desea puertas y ventanas abiertas.