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Navidad sin COVID

Breve guía con los puntos claves sobre para tener unas fiestas navideñas lo más libres de COVID-19 posible.

No romper la burbuja de convivencia

No bajar la guardia y seguir manteniendo los mismos contactos que hasta ahora es fundamental para reducir el riesgo de contagio, también en fiestas: "Si hasta estos meses hemos intentado juntarnos solo con los grupos más estrechos del trabajo o alguna parte de la familia que es inevitable ver porque son dependientes… yo seguiría manteniendo estos grupos", señala la Dra. Anna Fernández Ortiz, "Si en lugar de 10 personas son 6, mejor. Y si son 4, mejor todavía", señala.

Llevar la mascarilla el mayor tiempo posible

De nuevo, la mascarilla será fundamental para evitar el contagio en las reuniones: "Aunque seamos los de siempre, o los mínimos posibles, debemos mantener la mascarilla el máximo rato posible".  "Hay que intentar que tanto en la sobremesa como al llegar, cuando todavía no estamos sentados, la llevemos puesta". Eso también incluiría los viajes que hacemos dentro del hogar, como ir al baño o a la cocina. Llas mascarillas recomendables "son las quirúrgicas tri capa y las ffp2 (capacidad de filtrado: al menos 94%), que confieren mayor protección a quien las porta”.

Reducir el tiempo de las reuniones y aumentar la distancia física

Los especialistas coinciden al afirmar que, en la medida de lo posible y si el tiempo lo permitiera, las reuniones deberían llevarse a cabo en espacios abiertos: "Actualmente se conoce el papel fundamental de la transmisión aérea en el contagio, por lo tanto, se aconseja que las reuniones se realicen en el exterior". En este aspecto, puede ser más recomendable realizar las reuniones "durante el día que durante la tarde o noche, ya que el clima y la temperatura pueden ser más agradables".

Si no se pueden hacer en la cochera o en el patio, la alternativa es siempre un lugar lo más ventilado posible, tratando de mantener en todo momento la mayor distancia social (especialmente durante las comidas, pero también en el momento de saludar) y reduciendo al máximo el tiempo de visita: "Esto es importante porque a mayor tiempo de exposición, va a existir un mayor riesgo de contagio. Un consejo en lo que atañe a las reuniones familiares es, en caso de que tengan lugar, que los encuentros sean breves y no se eternicen las sobremesas: ya habrá más tiempo".

Actuar como si estuviéramos en un restaurante

En el momento de sentarnos, "como si estuviéramos en un restaurante", es decir,  que "si estás cocinando para no convivientes, que sea con mascarillas, que los platos ya vengan servidos, que si uno sirve, sea el único que toque las pinzas, no compartir platos o copas, etcétera". Eso incluye también servir las entradas, postres, los turrones y los dulces de forma individual y ya preparados para que sean manipulados por la menor gente posible.

No fiarse de los test de antígenos

Desde que se aprobara recientemente la compra de test de antígenos en las farmacias, los médicos de atención primaria están recibiendo en sus consultas a pacientes que preguntan sobre su efectividad, si bien su realización no está recomendada: "Imprime una sensación de falsa seguridad y no hay que olvidar que además de la sensibilidad y especificidad de la propia prueba, cada contacto con otra persona hace que estemos potencialmente en riesgo de una nueva infección, por lo que son tremendamente efímeras", "hay muchos factores que pueden hacer que la fiabilidad del  resultado no sea la esperada". Por eso, los médicos desaconsejan recomendarlas en consulta de cara a las próximas celebraciones. 

Extremar la precaución en los viajes (y evitarlos en la medida de lo posible)

Las recomendaciones oficiales del Ministerio de Sanidad en España determinan que hay que reducir los viajes en la medida de lo posible, pero hay casos en los que es inevitable. Para aquellos que vienen de países con una alta incidencia de COVID-19 se requiere la realización de una prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) dentro de las 72 horas antes de viajar y que durante el trayecto se extremen las precauciones. Algunas de ellas son: "llegar con margen (puede que haya más controles o mayor tiempo de espera por las medidas restrictivas) evitar las aglomeraciones, así como los viajes en hora punta, en caso de permanecer mucho tiempo en un espacio cerrado o con poca ventilación maximizar la utilización de la mascarilla y comprobar que sea de un nivel de filtración adecuado".

El aislamiento preventivo, útil pero poco realista

A la pregunta de si debería la gente aislarse para reducir las probabilidades de ser contagiado, todos los expertos consultados afirman que puede ser una opción, pero, además de no reducir a cero la posibilidad de contagio, se trata de una iniciativa poco realista: "Hay poca gente que puede decir que es capaz de aislarse 10 días. Lo recomendable, más que el aislamiento, es evitar las máximas relaciones sociales posibles: si a lo mejor si has ido a una reunión familiar de mucha gente, intentar no acudir al día siguiente a otra o a un concierto o a un centro comercial...".

 

FUENTE: Univadis España