Lecciones que hemos aprendido del COVID 19 a 1 año de su inicio
- SARS-CoV-2 se transmite de persona a persona sin necesidad de un intermediario.
- Se transmite por gotas, como cualquier virus respiratorio.
- Puede permanecer en distintas superficies por diferentes periodos, dependiendo de varios factores, como el tipo de superficie.
- Su transmisión por vía aérea o aerosoles también es una realidad.[2] Estos aerosoles tienen la capacidad de permanecer suspendidos en el aire, con lo cual el contagio se extiende a más personas. Esto cobra importancia sobre todo para el personal de salud, ya que en los hospitales es donde más aerosoles se generan. Este tipo de transmisión es mucho menor en sitios abiertos, ya que los aerosoles se dispersan con facilidad.
Respecto de las mascarillas
El uso correcto de las mascarillas, incluso de algodón, puede disminuir la transmisión del SARS-CoV-2. Los puntos relevantes son:
- La cantidad de partículas que una persona dispersa sin mascarilla es mucho mayor que cuando esta se usa apropiadamente.
- La cantidad de partículas que una persona respira cuando usa mascarilla también es mucho menor. Entonces, funciona en ambos sentidos.
- Las mascarillas más efectivas son las de uso médico de triple capa, sin embargo, para la población en general incluso las de tela de algodón elaboradas en casa son eficaces en disminuir la trasmisión de SARS-CoV-2.
- Las mascarillas N95, que filtran aerosoles, se deben reservar para el personal de salud, en un ambiente hospitalario.
Algunas manifestaciones extrapulmonares más relevantes son:
- Anosmia, disgeusia (pérdida del sentido del oflato y del gusto respectivamente) , sobre todo en adultos jóvenes.
- Diarrea, náusea, dolor abdominal en hasta 10% de los pacientes.
- Eritema máculopapular, principalmente en niños.
- Rabdomiólisis.
- Lesión renal aguda.
- Eventos trombóticos en pacientes graves.
¿Cuál es el problema con las pruebas rápidas?
Las pruebas serológicas (que miden la presencia de anticuerpos) probablemente vayan a desempeñar un papel más importante en el futuro, pero por ahora solo confunden, ya que su rendimiento diagnóstico es bajo debido a lo siguiente:
- Los títulos de anticuerpos tardan 10 - 14 días en aumentar, por lo que su tasa de falsos negativos es alta al inicio de la enfermedad.
- Existen diferentes métodos (prueba rápida, inmunocromatografía, quimioluminiscencia), cada uno con diferentes sensibilidades y especificidades.
- Cada prueba puede medir inmunoglobulina G o inmunoglobulina M, o ambas. Debemos conocer qué está midiendo.
- No hay estandarización para su realización, y pocas han sido aprobadas por organismos internacionales de salud.
Actualmente no se recomienda contar con una prueba de reacción en cadena de la polimerasa PCR negativa para reintegrarse a la vida laboral. Ahora sabemos que dicha prueba puede persistir positiva por semanas, incluso cuando los pacientes ya no son contagiosos.
La recomendación para regresar a trabajar se toma con base en la temporalidad: > 10 días de inicio del cuadro y ausencia de síntomas.
Tratamiento
Al inicio de la pandemia vimos cómo surgieron múltiples tratamientos para esta enfermedad, con diferentes niveles de evidencia clínica, e incluso de plausibilidad biológica.
Los 3 principales tratamientos que ahora sabemos no funcionan son:
- Lopinavir/ritonavir: no mejoró ningún desenlace de COVID-19, y se asoció a efectos gastrointestinales adversos.
- Hidroxicloroquina o cloroquina: múltiples publicaciones han demostrado su ineficacia para el tratamiento de COVID-19, e incluso se han asociado a mayores eventos adversos.[7]
- Ivermectina: no existen estudios en humanos que hayan demostrado su efectividad.
Los fármacos que han demostrado beneficio en el tratamiento de COVID-19 son:
- Remdesivir (estudio ACTT): se asoció a disminución de estancia hospitalaria (no de mortalidad) en pacientes no críticamente enfermos. También se demostró que un curso de 5 días es igual de efectivo que uno de 10. Probablemente sea más efectivo en la primera fase de la enfermedad, cuando todavía existe replicación viral. Es un fármaco de uso intravenoso y de costo muy elevado, además de que solo se puede conseguir en Estados Unidos.
- Dexametasona (estudio RECOVERY):[8] se asoció a disminución de mortalidad en pacientes con hipoxemia, sobre todo en aquellos intubados críticamente enfermos. Este fármaco (y los esteroides en general) es económico y ampliamente disponible, sin embargo, sus efectos adversos metabólicos e infecciosos pueden ser serios. Al ser potentes antiinflamatorios, los esteroides son más efectivos en la fase hiperinflamatoria de COVID-19.
Recientemente, en un comunicado de prensa del estudio COVACTA se dio a conocer que tocilizumab no tuvo impacto positivo sobre la mortalidad por COVID-19.[9] Aunque no ha sido publicado el estudio completo, nuestra recomendación es no utilizar este fármaco fuera del contexto de investigación en un ensayo clínico. También debemos recordar que todavía se están llevando a cabo estudios clínicos sobre la efectividad de este fármaco para el tratamiento de COVID-19 y sus complicaciones.
Mitos de COVID-19
- El dióxido de cloro es útil para el tratamiento o prevención de COVID-19. Absolutamente falso e inclusive puede ser peligroso.
- Los túneles y tapetes sanitizantes son útiles para prevenir COVID-19. Falso. La transmisión del SARS-CoV-2 poco tiene que ver con las suelas de nuestros zapatos y no se ha demostrado ningún beneficio con el uso de dichos aditamentos.
- Si todos usamos mascarillas se controlaría la epidemia en 8 semanas. Parcialmente verdadero. Sabemos que el uso de mascarillas generalizado ayudaría muchísimo para controlar la pandemia, pero no podemos saber en cuánto tiempo.
Puntos para llevar a casa
Tratar de mantenerse al tanto de la información más relevante es fundamental, ya que las cosas pueden cambiar rápidamente.
El diagnóstico oportuno es muy importante para lograr controlar la pandemia.
Los pacientes con COVID-19 leve se pueden manejar en casa con tratamiento sintomático (analgésicos). Deben estar muy pendientes de su oxigenación y síntomas alrededor de los días 7 - 8, que es cuando empieza la fase de hiperinflamación.
Ser muy juiciosos al momento de prescribir fármacos. Los pacientes ambulatorios no necesitan antibióticos, anticoagulantes ni mucho menos terapias que no funcionan, como hidroxicloroquina o ivermectina.
Los pacientes en cuidados intensivos se benefician de un buen equipo de terapia intensiva, así como del uso apropiado de esteroides.
FuenteL https://espanol.medscape.com/verarticulo/5905821_1 Dic 19, 2020 11.37 hs