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Las grasas saludables

Las grasas saludables pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo 2, según un estudio

Comer una dieta rica en grasas saludables, como los frutos secos, las semillas y los aceites vegetales, al mismo tiempo que se limitan las grasas de origen animal y los carbohidratos refinados, puede ayudar a prevenir o controlar la diabetes tipo 2, sugiere una nueva investigación.

El estudio de gran tamaño encontró que esos cambios en la dieta pueden reducir los niveles de azúcar en la sangre y mejorar la sensibilidad a la insulina.

"El mundo se enfrenta a una epidemia de resistencia a la insulina y diabetes. Nuestros hallazgos respaldan que se prevengan y traten esas enfermedades al comer más alimentos ricos en grasas como las nueces, las semillas de girasol, las semillas de soya, las semillas de lino, el pescado y otros aceites y grasas para untar de origen vegetal, en lugar de granos refinados, almidones, azúcares y grasas de origen animal", señaló el colíder del estudio, el Dr. Dariush Mozaffarian, decano de la Facultad Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición de la Universidad de Tufts, en Boston.

En el análisis, publicado el 19 de julio en la revista PLOS Medicine, se incluyeron estudios que proveyeron a los participantes con comidas con distintas cantidades de grasas saturadas, monoinsaturadas y poliinsaturadas, y carbohidratos. Los investigadores evaluaron cómo esas diferencias en la dieta afectaban las medidas de la salud metabólica, incluyendo los niveles de azúcar en la sangre e insulina, además de la sensibilidad a la insulina y la producción de la hormona.

Seguir una dieta rica en grasa monoinsaturada o poliinsaturada en lugar de comidas ricas en carbohidratos y grasa saturada ayuda a mejorar el control del azúcar en la sangre, encontraron los investigadores.

Los autores del estudio dijeron que sus hallazgos deberían ayudar a informar a médicos y pacientes sobre los efectos de la dieta en la salud metabólica y el riesgo de diabetes tipo 2.

"Hasta ahora, nuestra comprensión sobre la forma en que las grasas y los carbohidratos de la dieta influyen en la glucosa, la insulina y los factores de riesgo relacionados se ha basado en estudios individuales con hallazgos inconsistentes", comentó Imamura. "Al combinar los resultados de más de cien ensayos, ofrecemos las evidencias más firmes hasta la fecha sobre cómo los nutrientes importantes alteran esos riesgos".