De acuerdo a un nuevo estudio, se ha demostrado claramente que los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. 

 

 

Los resultados, que surgen del análisis de las historias clínicas de más de 1,2 millones de adultos de Corea, no prueban que el tabaquismo cause la diabetes sino que demuestra que los ex fumadores tienen menos riesgo de sufrir la enfermedad que los fumadores actuales.

Con datos nacionales de los seguros de salud, los autores hallaron que los fumadores inicialmente sin diabetes eran más propensos que los no fumadores a desarrollar en los próximos 14 años la enfermedad metabólica, que afecta a 24 millones de estadounidenses.

La posibilidad de diagnosticarles diabetes a los hombres aumentó junto con la cantidad de cigarrillos que fumaban: comparados con los no fumadores, los que consumían 20 cigarrillos o más por día eran un 55 por ciento más propensos a tener consultas médicas ambulatorias por diabetes registradas en la historia clínica al final del estudio.

En las mujeres, esa misma intensidad de consumo de tabaco, como así también el bajo consumo (uno a nueve cigarrillos diarios) estuvo asociado con un tercio más riesgo de desarrollar diabetes que las no fumadoras.

El equipo de Sun Ha Jee, de la Universidad de Yonsei en Seúl, publicó el estudio en la revista Diabetes Care. Los resultados coinciden con algunas investigaciones previas, incluida una de comienzo de este año y sobre casi 11.000 adultos de mediana edad de Estados Unidos.

En ese estudio, un tercio de los fumadores de por lo menos un paquete de cigarrillos diario durante 30 años era un 42 por ciento más propenso a que se le diagnosticara diabetes que los no fumadores.

La teoría indica que fumar promueve la aparición de la diabetes tipo 2 al causar inflamación crónica en el organismo. Eso puede hacer que los tejidos se vuelvan más resistentes a la hormona reguladora del azúcar en sangre, la insulina, y, en el tiempo, causar diabetes tipo 2.

Los resultados surgen del análisis de la historia clínica de más de 1,2 millones de coreanos mayores de 30 años sin diabetes inicial y que se realizaron evaluaciones clínicas periódicas durante 14 años.

Al inicio del estudio, fumaba el 59 por ciento de los hombres y el 21 por ciento ya había abandonado la adicción. Apenas el 4 por ciento de las mujeres fumaba y el 2 por ciento ya había dejado de hacerlo.

Durante el estudio, el 7 por ciento de los participantes (89.422) realizó por lo menos tres consultas ambulatorias debido a la diabetes; unos 11.400 necesitaron hospitalización.

Los hombres fumadores tuvieron entre un 30 y un 55 por ciento más riesgo de necesitar una consulta médica que los no fumadores, según la cantidad de cigarrillos diarios consumidos; la posibilidad de necesitar hospitalización aumentó entre un 50 y un 79 por ciento.

Los ex fumadores tuvieron un 10 por ciento más riesgo de necesitar una consulta médica que los no fumadores.

En las mujeres, el tabaquismo estuvo asociado con entre un cuarto y un tercio más riesgo de realizar una consulta médica por la enfermedad y un 43 a un 65 por ciento más posibilidad de necesitar hospitalización.

Las ex fumadoras, en tanto, tuvieron un 19 por ciento más riesgo de tener que consultar al médico y un 31 por ciento más posibilidad de tener que ser hospitalizadas que las no fumadoras.

Los datos, aclaró el equipo, pertenecen en su mayoría a población de clase media y empleada, por lo que no serían representativos de la población general de Corea ni de otros países.

Aun así, concluyeron los autores: "Las evidencias en aumento sobre el tabaquismo y la diabetes, en especial en personas asiáticas, sugieren que se debería considerar el tabaquismo como una causa potencialmente reversible de la diabetes".